Hay días en los que me redescubro y desconozco al pendejo que está reflejado en el espejo, lavándose los putos dientes.
— ¿Qué me ves, wey?
Y entonces surge una muy contenida necesidad de estrellar mi cabeza contra el reflejo, solo para ver qué sucede y que se siente… Al final, abro el enjuague y termino mi rutina de limpieza. Náusea contenida.
Hay días en los que, lo que más le convendría al mundo, es que no me levantara de la cama, pues soy una pinche bomba a punto de estallar y estoy a la espera de un mínimo detonante que justifique el que todo arda y se vaya a la mierda, esquina con la chingada… Al final, me incorporo, tomo agua y reviso mis redes sociales. Náusea controlada y bien hidratada.
Hay días en los que me desmorono y mis piernas no me responden. El EGO por los suelos y las ganas de seguir siendo se multiplican por cero, entonces me ataca la necia náusea que me provoca la gente, el entorno, la nada, ¡la pinche vida! Y es justo en esos momento cuando la muerte me parece un premio… Al final sirvo mi cereal en un plato y le pongo leche. Náusea debilitada pero bien desayunada y vitaminada.
Hay días en los que anhelo, de manera enferma, al Logan de hace 20 años, al que el pinche mundo le valía verga. El que se aventaba un tiro a la menor provocación, el que aplicaba la justicia que hacía falta, el que salía a cazar malandros… Al final me suena una notificación en mi teléfono con un pinche emoticón de mierda. Náusea a punto de estallar.
Hay días en los que la náusea me ataca y provoca que mi paciencia y mi empatía se desactiven, revelándome así, la verdadera naturaleza de las personas con las que departo, sembrando en mi cabeza una voz que no cesa de repetir:
— ¿Qué hago yo rodeado de estos (as) pendejos (as)?
Así, sin sentirlo, llega la hora de la comida y pido mi arroz con dos huevos estrellados tiernitos. Náusea hambrienta gobernada.
Hay días en los que mis talentos me parecen nulos y mis ganas de aprender desaparecen, luego los rayos de mal pedo reprimidos amenazan con desatarse inmisericordes y, cuando eso sucede, es entonces que escribo. Así ustedes viven y yo no me vuelvo un fugitivo. Náusea desactivada con letras que se vuelven textos y luego libros.
Abro ventanas reflexivas en las que cuestiono mi presente, mis esfuerzos y mis perspectivas. Hago una autopsia a mis ideas más necias y me flagelo por las veces que traicioné mis principios en pos de la pinche convivencia, del “buenaondismo”, del compartir, del plan de vida, del dar, del ser mejor persona, de la humildad que no me va, del hacer sentir bien a los demás, aún a costa de sentirme mal y, es ahí cuando me odio desmesuradamente. Y la náusea hierve y se desparrama. Aparecen las ganas desbocadas de sacar esa pistola cargada de netas contundentes, que tengo siempre bajo mi almohada para cuando la justicia retórica hace falta.
Se eleva la necesidad de insana, pero satisfactoria de desmadrar los puentes que me unen a la sociedad, para después, largarme con mi música a otra parte y no tener la necesidad social de sentir esa puta consideración hipócrita de volver la vista atrás para ver, si algo o alguien, me convence de seguir estando acá. Náusea apestosa que contamina todo.
Emociones. Pocas veces me dejo llevar por ellas, pues son caldo de cultivo para las malas decisiones, mismas que generan facturas impagables. Algunas todavía las debo.
Gracias al raciocinio es que ahora voy a respirar profundamente, a enfocar mi mente en seguir siendo buen pedo y con ello le habré hecho un gran bien al mundo. Hoy no habrá estallido. Náusea bien administrada.

Tengo el pinche poder para joderlos a todos permanentemente, sin embargo, vamos a dejar de temblar, vamos a desacelerar el puto corazón, vamos a quitar esa mirada maligna e implacable, voy a terminar este blog, voy a grabar un pódcast y a retomar un ritmo sano al respirar…
Una vez más mis ganas de destruir han sido controladas por la necesidad de crear. ¡Descorchemos las botellas y brindemos por mi autocontrol!
Náusea desactivada, pase usted a pagar a la caja. ¡Agradézcanme que siguen vivos, hijos de su puta madre!